¡Tantos santos, cuántos santos!
Hasta vosotros venimos
Desde Lorca abandonada
Para pediros consuelo
Por ver si tenéis remedio.
¡San Ramón, santo y bendito,
Santísimo san Francisco,
Santa María Inmaculada!
A San Esteban venimos,
Con la hora adelantada,
A pedirte los milagros
Que a nosotros se nos niegan,
Y a ti se te adelantaron.
La iglesia está con nosotros
Que no paran de rezar,
Que las procesiones salen,
Los templos rehabilitados…
Y hasta aquí llega el milagro.
Cosas que tienen los santos,
Que si tú les pides agua,
Que lo que tienes es sed,
Te dan unos polvorones
Y te piden mucha fe.
Que mejor arrepentirse,
Que si pasan estas cosas
La culpa es vuestra muchachos
Por haber pecado tanto.
A San Francisco, ¡no jodas!,
Imagino en el castillo,
Subido buscando el record
Del Guiness con la tarjeta.
Que puestos a echarle jeta
Y a joder a la asamblea
Mejor hacerlo a lo grande:
Un arroz y pavo gratis.
A la santa Inmaculada
La mandan para apartar
Al santo comisionado
Que tuvo la caradura
De explicarnos el milagro:
Hablarnos de los dineros
Que en san Esteban se embalsan…
Problemas de fontaneros:
Y yo a este santo lo cambio
Por la santa Inmaculada.
La mandan para borrar
Los terremotos de Lorca,
¿Para borrarlos del mapa?
Si al final va a resultar
Que terremotos no hubo,
Que fueron aguas de Mayo
Que fueron a despertar
A san Francisco, ¡no jodas!,
A san Francisco del pasmo,
Y a san Ramón del desmayo
La iglesia está con nosotros
Y esto si que es un alivio:
Mandan al más monseñor
A que nos diga en la cara:
Que hagamos más procesiones,
Rogativas y rogandos
Que gastemos lo que queda
En sillas para los palcos
Es la Verdad y la Opinión
Que cada día desayunamos.
Ellos sabrán quién les paga.
Santos todos, ¡cuantos santos!
A San Esteban venimos
Tan solo para enterarnos
-Decidlo, por dios, decidlo-,
¿A cual nos encomendamos?
Miguel Ángel Hernández